Reciclar para reducir nuestro consumo y reutilizar aquello que compramos es una acción sencilla que nos permite cuidar el planeta. ¿Pero te has preguntado alguna vez qué pasaría si no lo hiciéramos? Pues los expertos advierten que las consecuencias serían desastrosas y pondrían en peligro nuestra supervivencia.
Según un estudio de The World Bank, cada año en el mundo se generan unos 2 billones de toneladas de residuos. Y para el año 2050, la cifra podría duplicarse. Si todos estos residuos fueran a parar en vertederos, el impacto ambiental sería desproporcionado. Esto, gracias a que los basurales ocuparían espacios inmensos que contaminarían la faz de la tierra.
Lo que ocurre es que cuando los residuos de los vertederos se descomponen, generan metano. El metano es un gas de efecto invernadero muy potente que podría hacer elevar considerablemente la temperatura de la Tierra y contaminar el agua subterránea. Ello, a su vez, generaría mayor consumo de energía y de recursos naturales, comprometiendo la vida del planeta.
¿Por qué es importante?
Reciclar no solo es beneficioso para el medioambiente y, por ende, para la salud de las personas. También lo es para la economía, ya que permite ahorrar materias primas que se extraen de la naturaleza y evitar costos de producción. Además, la actividad aumenta la vida útil de los rellenos sanitarios en las ciudades y genera nuevos puestos de trabajo.
Y eso no es todo. Un estudio realizado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) con la colaboración de investigadores de otras universidades y publicado en 2019, señala que la contaminación atmosférica contribuye a que seamos menos felices. Por lo tanto, el reciclar también podría hacer que mejore nuestro humor.
Situación en el Perú
Pese a las bondades del reciclaje, en el Perú se aprovecha muy poco. Las cifras oficiales del Ministerio del Ambiente (Minam) reportan que en el país se generaron, en el 2020, unas 21 toneladas de desperdicios por día. Pero solo se recuperaron 59 toneladas de residuos en todo el año.
Según el Minam, del total de basura producida en el país, el 55% es materia orgánica (que se pudre) aprovechable. Y el 18% es materia inorgánica (papeles, cartón, etc.) que también se puede reutilizar. Es decir que se podría aprovechar el 73% de los desechos.
Sin embargo, en el país solo se valoriza el 4% del total de desperdicios. Una cifra muy baja respecto a países como Chile, que aprovecha el 10% de su basura o Suecia y Alemania, que ya reciclan el 50% y el 68% de sus desechos, respectivamente.
La pandemia también afectó el proceso de reciclaje, pues, durante la cuarentena, los programas que trabajaban con las municipalidades entraron en pausa. Asimismo, muchas de las empresas que se habían convertido en puntos de recojo fijo, tuvieron que reconfigurar su negocio.
Por todo ello, cuando ya se estaba llegando a reciclar un 5% de los desperdicios y en el país el reciclaje de residuos sólidos era fuente de ingresos para cerca de cien mil personas, la cifra bajó en forma abrupta para situarse otra vez entre el 1% y el 2%.
Consejos para reciclar en casa
Pese a ello, el Gobierno está tratando de recuperar el camino perdido; empero, la responsabilidad no es exclusiva de las autoridades. Debemos tener en cuenta que, según el Ministerio del Ambiente, el 75% de los residuos que se producen en el hogar pueden ser reciclados. Por lo tanto, cada familia tiene que ser responsable de segregar sus residuos de manera adecuada.
Este 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha instaurada por las Naciones Unidas para recordar que debemos ser más responsables con lo que usamos y tiramos. Por ello, si no sabes cómo reciclar o por dónde empezar, aquí te dejamos 10 consejos:
- Evita las cañitas o sorbetes, bolsas plásticas y productos desechables. Elige aquellos que se puedan usar varias veces y cuando vayas de compras lleva tus propias bolsas de tela u otro material resistente.
- Separa en casa los residuos sólidos que puedes reaprovechar como:
- Papel (hojas bond, revistas, recibos, guías telefónicas, periódicos)
- Cartón (conos de papel higiénico, cono de papel toalla, cajas, empaques)
- Plástico (botellas de bebidas, de yogurt, lejía, envases de champú)
- Metales (latas de leche, atún, conservas de frutas y menestras)
- Vidrio (bebidas, salsas)
- Recicla la ropa. La que ya no usas quizá pueda convertirse en un edredón, delantal o cortina.
- Dona los juguetes. No los botes, lávalos y dales una segunda oportunidad.
- Dile adiós las botellas de plástico. Sustitúyelas por botellas de acero inoxidable.
- Nunca eches aceite por el lavadero, pues un litro de aceite contamina hasta mil litros de agua. Para eliminarlo espera que se enfríe y ponlo en una botella, luego elimínalo sin mezclar con otros productos.
- Guarda las pilas y baterías que ya no uses y llévalas a un punto de reciclaje especial, ya que son productos altamente contaminantes para el planeta.
- Reutiliza los envases de vidrio como mejor se te ocurra.
- Repara los electrodomésticos y usa de manera eficiente la energía.
- Infórmate sobre la ubicación de los puntos y estaciones de reciclaje más cercanos a tu domicilio.