En la actualidad, uno de los temas más sonados, ha sido el de las energías renovables, en sustitución a las energías no renovables. Esto como una manera de apostar al medioambiente para la preservación de la vida en el planeta tierra y evitar seguir destruyéndola con nuestras acciones. Aunque es un tema bastante popular hoy día, es normal que algunas personas aún desconozcan todo sobre esto, por ello explicaremos brevemente en qué consisten.
¿Qué son las energías no renovables y ejemplos?
Las energías no renovables son todas aquellas energías que se obtienen por la quema y explotación de fósiles y minerales. Desde la época de industrialización, han sido la principal fuente de energía en todos los países, ya sea porque son reservas naturales o las importan. El problema de estas energías no renovables, es que no son ilimitados, por lo que en algún momento su uso quedará sumamente limitado. Esto será así hasta que se agoten todos los recursos o se desista de su utilización.
Las fuentes de energías no renovables más comunes son el petróleo, como principal combustible en todo el mundo y el que todavía se sigue utilizando. También tenemos el gas natural y el carbón, como otras dos fuentes importantes de energía. De estos 3 principalmente, es que se obtienen los combustibles para vehículos, el gas para emplear en las cocinas, fabricación de productos como plásticos y polímeros. En otras palabras, gran parte de los objetos y productos que hoy tenemos, es gracias a estas energías no renovables, pero a costa del medioambiente.
Lo que sucede con estas energías no renovables, es que tanto en su proceso de extracción, transformación y explotación, causan un impacto ambiental considerable. Este impacto puede llegar a ser incluso más grande, si ocurren accidentes o no se tienen las medidas necesarias para el procesamiento. Uno de los casos más comunes, es el derramamiento de petróleo en aguas que contaminan y asesinan a la fauna, las fugas de gas y demás.
¿Qué son las energías renovables y ejemplos?
Las energías renovables son todas aquellas que provienen de fuentes inagotables (a menos corto, mediano y largo plazo) y que siempre están presentes. Esta es la diferencia más importante con respecto a las no renovables. Además de que las primeras se encuentran con mayor presencia en ciertas épocas del año y zonas geográficas. Otra diferencia a destacar, es que no resultan perjudiciales para el medio ambiente, ya que forman parte y provienen de este mismo.
Los ejemplos más usuales de energías renovables son el agua, el aire, la lumínica (preferiblemente la que proviene del sol) y la térmica. A estas energías se les suelen llamar hidráulica, eólica y solar respectivamente, la térmica también puede provenir del mismo sol. Con respecto a la producción como tal, se aprovechan estos mismos fenómenos para conseguir ciertos beneficios. Un ejemplo bastante común son las represas de agua, para proporcionar electricidad a los hogares y ciudades.
Esto último también aplica para la energía eólica, en el que se utiliza el viento para mover palas aerogeneradores. Con el sol, se usan placas solares o bien para convertir la energía lumínica en electricidad o para captar el calor y usarla como energía térmica.